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El Síndrome de «Lo Nuevo» y qué tienes que hacer para Evitarlo

Que ocurre cuando lo nuevo interfiere en nuestras metas

A todos nos gustan las cosas nuevas ¿cierto? es parte de la naturaleza humana. Ese amor por lo nuevo es lo que hace que contestemos el WhatsApp, el teléfono e incluso hace que pasemos horas en Facebook o Twitter.

Lo nuevo es tan fuerte que las empresas amamos las nuevas estrategias, las nuevas plataformas y en general estamos en búsqueda de qué es “lo nuevo” que va a sacar el barco adelante.

Sí.

Sé que muchos pensamos que el amor por lo nuevo y las distracciones les pasa a otros, incluso a las nuevas generaciones, pero a nosotros no; nosotros no somos tan susceptibles a eso.

Algunos síntomas del síndrome de lo nuevo son los siguientes:

  1. Contestas llamadas a pesar de estar en una junta con alguien más.
  2. Revisas tu WhatsApp, mailing o redes sociales más de 3 o 4 veces al día.
  3. Saltas de una tarea a otra o de una estrategia a otra, cuando la nueva parece que dará mejores resultados.
  4. Tienes un montón de “planes” sin ejecutar.

¡No me confundas!

Como Millenial amo la tecnología y me encanta la innovación, pero he visto a señores de 50 años que revisan el celular cada 10 minutos, empresarios de 45 que hicieron un sitio web solo porque “tenían que tener una presencia digital”.  Este síndrome está muy arraigado en México.

Así que te comparto algunas disciplinas que he aplicado para resistirme de la tentación de lo nuevo, mantener mi curso y realmente enfocarme en lo que importa en mi negocio.

Regreso a mi plan

Cada vez que surge una nueva tecnología o una nueva estrategia, me voy a las bases: mi plan estratégico.

Sí “lo nuevo” va a hacer una diferencia importante en alguna de las metas que tengo, entonces la dejo enfriar y si en dos semanas sigue pareciendo como una verdadera opción, entonces la tomo en cuenta.

¿A qué le voy a decir que no? 

Cada vez que hago esta pregunta la gente me ve con cara de odio, pero hemos instaurado esta pregunta como parte de la cultura en la oficina (y obvio, cuando me la hacen, también los odio).

  • ¿A qué le vas a decir que no por introducir ese nuevo producto al mercado?
  • ¿Qué productos no vas a poder financiar por introducirlos?
  • ¿A qué tipo de clientes le estas diciendo que no por tomar al cliente que pide todo con bomberazos?
  • Si haces redes sociales ¿A qué otros medios de publicidad le estas diciendo que no?

En fin, creo que el punto es saber que así sea en dinero, en tiempo, en energía o en atención, cada decisión te va a costar, por ejemplo, el no poder dar seguimiento a otro proyecto.

Si tus amigos se lanzan al precipicio, ¿irías detrás de ellos? 

Esto me lo decía mi mamá cada vez que me quería decir “no le copies a tus amiguitos”, hasta que un día le contesté “No, pero entonces tampoco le tengo que seguir los pasos al que saca 10 en la clase”. Creo que nunca volvió a usar ese argumento, pero hay una gran lección detrás.

  • Si tu competencia hace redes sociales ¿tienes tú que hacerlas?
  • Si tu competencia hace branding ¿tienes tu que hacerlo?
  • Ah, tu competencia cambió su logo ¿tienes que cambiar el tuyo?

¿Hace sentido con tus valores, tu misión y tu propósito?

Ahí está el caso del famosísimo tweet de Comex. Se les ocurrió poner al presidente encima de un bote de pintura porque “Comex te da altura” y a pesar de ser un éxito tuvieron que pedir disculpas. Eso, no iba con sus valores. Pero si esa campaña la hubiera hecho Oreo, otro gallo canta.

Creo que al final, lo más importante es lograr una combinación entre ambas, la curiosidad por lo nuevo y la capacidad de decidir si lo tomamos o no.

Escrito por Francisco Campoy

Francisco Campoy es CEO y Fundador de EmprendeTU y Speaker Internacional. Su sueño es ayudar a millones de personas a encontrar su propósito de vida y alinearlo con sus pasiones para que tengan un negocio y una vida que amen y que contribuya con la humanidad. De profesión inicial Abogado, tomó la decisión de hacer un cambio radical en su vida para conventirse en un referente de la capacitación personal y empresarial.

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